martes, 29 de diciembre de 2009

NAVIDAD EN CASTILLA

Foto: Cuéllar nevado. Cuéllar (Segovia).
Autora: María Rodríguez


Asoma
la pátina invernal tras los aleros
umbríos, en tejados que liberan
sus besos de carámbanos.

La luz,
convaleciente de pardales,
templa al sesgo los charcos cristalinos
y desnuda la sombra en los rincones
persuadidos de escarcha.

Un pueblo
con alma de Castilla
se despereza al sol de los inviernos
olvidado de establos,
de vacas y de bueyes,
de pastores y estrellas rutilantes.

Llega
del campo al corazón la sed intacta
y un rumor insolente de barbechos
pregonados de luto
redime al lagrimal de soledades.

La tierra está a la par
insolidaria, herida y balbuciente,
llorando entre mil surcos de abandono.

El tiempo
-que no entiende de duelos ni suturas-
reinventa un año más su letanía
con la Natividad de lo posible.

Y un niño
naciendo entre el rescoldo de los pueblos
replanta de ilusión un mundo frágil
granado por la magia de lo efímero.

Sintiendo
dos mil años después y nueve inercias
que vuelve el corazón a hacerse hombre
en medio de un redil de carne y júbilo.

domingo, 29 de noviembre de 2009

HAY UN HOMBRE

Foto: Soportales Ayuntamiento de Villalón de Campos.
(Santiago Redondo Vega)

A Ángel Muñoz, 97 años de historia; hombre de aquí y de allí, desde este Villalón hasta aquel Chile, porque los años saben, cuando crecen, traernos siempre al punto de partida.


HAY UN HOMBRE

Hay un hombre en el Chile ultramarino
asido a una emoción de manos llenas,
rumiando sus recuerdos, que son penas,
del pueblo que aun le espera, peregrino.

Hay un villalónes que abrió un camino
sin vuelta hacia la mar; rompió cadenas
y se atrevió a inundar calles chilenas
de su saber perder terracampino.

Hay una vida lúcida y consciente
soñando cada día en el regreso
a la Castilla que alumbró su frente.

Hay toda una ilusión venciendo el peso
del tiempo que se escapa irreverente
por su longevidad de carne y hueso.

sábado, 14 de noviembre de 2009

TREN


TREN

Desde la sombra gris de los andenes
suben al tren maletas avarientas,
plenas de viajes, lágrimas y anhelos
-perenne souvenir zurcido en prosa-.

En su partida el tren pronuncia a gritos
adioses a la vida –apeaderos-,
que atestan el vagón de soledades.

Su destino está escrito en los raíles
que se huyen de la tierra al infinito.

Partir, es irse de alma a cualquier parte.

miércoles, 7 de octubre de 2009

A LAS BODEGAS DE VILLALÓN


Hay un mundo de mágico subsuelo
horadado y repleto de leyendas
tras la faz invariable de los años
que blasona la historia más secreta.

Hay un puzzle de túneles profundos
bajo el gris secular de sus aceras,
un pasado de atrases y estraperlo
en tributo a la eterna picaresca.

Hay un cielo de vino y de barricas
en la noche de hambrunas y almadreñas,
un regusto de amor por lo escondido
en deleite de curas y abadesas.

Hay un campo de túneles abiertos
en el vasto submundo en que penetran,
un remanso de lúgubre ultratumba
donde el tiempo y el alma se maceran.

Un retazo de antaño que es futuro,
un latido de otrora, una quimera,
un fanal suburbano de misterios,
un serón de recuerdos de estameña.

Hay un pulso de vida recobrado
sobre el sueño de arcilla en que se asientan,
un intento de amar lo que fue nuestro
y volverlo a su esencia sempiterna.

Hay un pueblo en Castilla que respira
por las branquias de ayer de sus troneras,
Villalón sabe a espigas en el campo
y a la paz mineral de sus bodegas.

domingo, 6 de septiembre de 2009

LLUVIA

Foto: Autor foto original Gonzalo Montero (www.gonzalomontero.com)
Retocada por Santiago Redondo Vega

Como llanto de azul gimiendo el cielo,
brota fresco maná desde la altura,
garabato en la tierra de frescura
restañando sequías, agua en celo.

De la nube a la tierra y al subsuelo,
repitiendo su ciclo hasta la hartura,
sempiterno vagar, savia futura,
de los campos la vida y el consuelo.

Con romántica luz la chapoteaba
divertido Gene Kelly entre los charcos
y un paraguas de gris que le empapaba.

Timonel de imposibles desembarcos
que a tu mente de niña encandilaba
pleno abril de tus ojos, ríos zarcos.

domingo, 11 de enero de 2009

ESTIRPE DE ADÁN

(Foto: Santander. Santiago Redondo Vega)
Cubre la piel los fríos de un corazón de escarcha
que a golpes nos conforma
desbastando la vida en intemperies,
abrasivo en caricias y suspiros de plomo.
Morimos cada aurora
a zarpazos pautados e inaudibles en sorbos de ocho a tres,
como férreo tributo
al latido inclemente de un estómago bíblico.
Del árbol del trabajo
somos ramas brotando con la estirpe de Adán,
heredad de un castigo indescriptible, impenitente, ruin,
para hacer de nosotros
oscuros edificios con balcones al tiempo
y vistas a un océano lejano e invisible
que nos cose la boca y nos enhebra la psiquis de los párpados.
¡Libertad para el hombre!
aunque no gane el pan con el sudor
que siembra de manzanas la frente a los poetas.